martes, 26 de mayo de 2015

La ilustre villa de Sepúlveda, en Segovia


De los muchos, pero muchos pueblos bonitos y con encanto que hay en Segovia, Sepúlveda es uno de ellos. Esta localidad castellano-leonesa está situada en un privilegiado enclave natural. 


Sepúlveda se halla en lo alto de un gran promontorio formado por los cerros Somosierra y la Picota. A su alrededor transcurren el río Duratón y uno de sus afluentes, el Caslilla. Muy cerca se halla el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, visible desde varios kilómetros a la redonda.

Panorámica de Sepúlveda, en Segovia. Foto: Belén Valdehita


¿Se puede pedir más? Pues sí, porque Sepúlveda nos reserva otras muchas sorpresas. Vecinos amables, y muy animados, son lo primero que encontraremos. A continuación, y si miramos a nuestro alrededor, nos sentiremos como si hubiésemos retrocedido a la Edad Media, pero con todas las infraestructuras de la Era Contemporánea. Recorrer su Plaza Mayor, iglesias, palacios y callejuelas es toda una experiencia, especialmente por la noche.


Qué ver en Sepúlveda


Es altamente recomendable recorrer la milenaria Sepúlveda a tu aire, pero hay lugares que no debes perderte. Partiendo de su Plaza Mayor, auténtico centro neurálgico del pueblo, salen, hacia arriba y hacia abajo, atractivas y sugerentes callejuelas por las que perderse. Una de ellas es la calle Barbacana, que alberga uno de los lienzos mejor conservados que hay en la muralla, del siglo X.

Sin tener que desplazarnos mucho encontraremos lugares como el santuario de Santa María de la Peña, del siglo XII; la iglesia del Salvador, el primer templo románico de la provincia; el antiguo edificio de la Cárcel, las murallas, las impresionantes y antiguas puertas que hay en la villa o el Museo de los Fueros.

Ayuntamiento de Sepúlveda, en Segovoa. Foto: Belén Valdehita


Otros lugares imprescindibles en Sepúlveda son el edificio del Ayuntamiento, ubicado en el que fuera el castillo del conde Fernán González; la Iglesia de Santiago, la Iglesia de San Bartolomé, La Casa de los Proaño o Casa del Moro, el Palacio del Conde de Sepúlveda o la Casa-Palacio de las Conchas.

Sepúlveda, conocida como la Villa de las Siete Puertas, fue declarada en el año 1951 Conjunto Histórico-Artístico. Mejores credenciales no hay.


Comer y dormir en Sepúlveda


Merece la pena que hagas noche en Sepúlveda, bien para acabar de conocer la localidad a fondo o para realizar una excursión a las Hoces del Duratón. También para disfrutar de la excelente oferta gastronómica de esta villa segoviana. Hay en el pueblo una completísima variedad de bares, restaurantes, fogones y mesones. Tapear y comer en Sepúlveda es una grata experiencia, proporcionada por las excelentes carnes, setas y verduras de la zona, siempre acompañadas por magníficos vinos.

Puerta del Ecce Homo, en Sepúlveda. Foto: Belén Valdehita

El alojamiento en Sepúlveda incluye el estupendo Hotel Vado del Duratón, de tres estrellas, con un personal amabilísimo y simpático. Dispone de restaurante, y también de un bar ideal para tomar el aperitivo o la primera copa de la noche. Otros buenos lugares para alojarse son la Hospedería de los Templarios, situada en plena Plaza Mayor; el Hotel Palacio de Esquileo, de tres estrellas; el Hotel Puerta Sepúlveda, de tres estrellas; el Hostal Restaurante Villa de Sepúlveda, de dos estrellas, o la Posada de San Millán. También hay varias casas rurales, como “El Escondite de los Duendes” o la Casa Rural Santa Escolástica.


Qué hacer en Sepúlveda


Para los aficionados a la naturaleza, Sepúlveda es un destino ideal, ya que cuenta con parajes como el Parque Natural de las Hoces del Duratón o las Cuevas de Lóbregas y Labrada. Las Hoces son también el emplazamiento perfecto para los adictos a la adrenalina, que podrán recorrer el río Duratón en piragua, canoa o kayak. Otras actividades que podrán realizar en Sepúlveda son los paseos en bicicleta BTT y mountain bike, el paintball o el tiro con arco.

Callejón de Sepúlveda por la noche: Foto. Belén valdehita

La animación nunca falta en Sepúlveda. Su calendario de eventos incluye fiestas tan divertidas y peculiares como la del Diablillo, que se celebra la noche del 23 de agosto, víspera de San Bartolomé. Esa noche, un montón de diablillos, con luces en los ojos, descienden desde la iglesia de San Bartolomé dando escobazos a todos los presentes.

Otras fiestas y actos de la villa de Sepúlveda son la de la Virgen de las Pucherillas, el 15 de agosto; San Miguel y la Virgen de la Peña, el 29 y 30 de septiembre; la Fiesta de San Marcos, el 25 de abril; la Fiesta de los Fueros, el tercer domingo de julio, la Jornada de de Tapas Micológicas o la Jornada de Tapas Navideñas. 

Antigua cárcel de Sepúlveda. Foto: Belén Valdehita

Para cualquier duda, la Oficina de Turismo de Sepúlveda está situada en la Plaza del Trigo número 6, justo en frente del Ayuntamiento. 

Por su patrimonio, naturaleza, gastronomía o por sus fiestas, tienes una cita ineludible en la segoviana villa medieval de Sepúlveda.

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